La comunidad educativa del CEIP Juan Carrillo ha vivido esta mañana un acto cargado de emoción y firmeza en defensa de la convivencia y la dignidad del entorno escolar. En el patio del centro, docentes, alumnado y familias se han reunido para escuchar un manifiesto leído por el claustro, en el que se ha condenado enérgicamente las amenazas de muerte recibidas recientemente por el director del colegio.
«La escuela pública es mucho más que un lugar donde se imparten contenidos«, comenzaba el comunicado. «Es un espacio de convivencia, respeto, protección, igualdad y construcción colectiva. Es el corazón de la comunidad que educa desde la paz, el compromiso y la responsabilidad compartida«, afirmaron los docentes ante un silencio respetuoso.
El claustro explicó que las amenazas, lejos de tratarse de un hecho aislado, representan «el punto culminante de una escala de faltas de respeto, coacciones e intimidaciones continuas», que no solo han afectado a la persona del director, sino a la dignidad de todo el centro educativo.
En el texto leído se ha reafirmado el rechazo total a cualquier forma de violencia o intimidación, y se ha lanzado un mensaje claro: «Este centro no cederá al miedo, no mirará hacia otro lado, no se permitirá que el respeto, que es la base de toda convivencia, se rompa«.
Finalmente, el manifiesto ha sido una llamada a la acción conjunta:
«Pedimos a todas las personas que forman parte de esta comunidad educativa —docentes, familias, vecinos, alumnos— que no callen, que no acepten la violencia como parte del ambiente escolar. Porque juntos y solo juntos construimos escuelas. Porque el respeto no se negocia. Porque la violencia no educa. Porque nuestro director no está solo».
El acto concluyó con un largo aplauso y muestras de apoyo al equipo directivo, en un claro gesto de unión frente a la violencia y de defensa firme de la educación pública como espacio seguro y respetuoso.