Este año se cumplió el setenta aniversario de la alternativa del maestro el Ecxmo Sr. D. Antonio Ordoñez Araujo (Madrid 28 de Junio de 1951), y como no podía ser menos su GOYESCA , le quiso rendir un homenaje al torero mas completo que vieron los siglos.
Se lidiaron 6 Toros de Jandilla-Vegahermosa bien presentado pero mansos y falto de fuerza casi todos besaron el albero en algunos momento de la lidia, y algunos más veces de lo que supone de lo que debe de aguantar un toro, en una faena de muleta.
A las seis de la tarde hicieron el paseíllo en el coso maestrante, los Matadores Roca Rey y el sevillano Pablo Aguado, actuando de sobresaliente el veterano matador El Duende.
Abrió plaza el Peruano Andrés Roca Rey, con un ejemplar manso y sin fuerza, donde el torero estuvo muy por encimo del morlaco con muchas ganas y sus deseos se estrellaron con las nulas condiciones del animal, lo mato mal y recibió un aviso de la presidencia.
En su segundo tercero de la tarde, demostró con un toro que tenía mucho peligro, él porque es una máxima figura en el toreo, arrimándose de verdad, jugándose la cornada en cada pase y demostrándole al enemigo que el que mandaba era el en el ruedo, era el torero, la mayor virtud que tuvo el Jandilla fue la movilidad y siempre que bajando la mano obligó al toro a tomar la muleta el aficionado paso del ¡ ay ¡ al ¡ole!, mato de un estoconazo. Y a sus manos fueron las dos orejas de Seminarista, para mí con todo merecimiento.
En su tercero volvió a cautiva al publico con su toreo de quietud, cercania y manos bajas desde que lo recibió con el capote hasta que remato de una estocada algo contraria por lo que necesito el descabello para dar a tierra Castaño Albardao de nombre Parlado otro toro sin fuerza y que el torero lo entendió é le dio la lidia adecuada cuando lo recibió con las dos rodillas en tierra con muletazos que hicieron vibrar a la grada y sobre todo uno que dio cambiado de rodilla. Este toro se lo brindo al bético Joaquín, y a base de ponerse en el sitio donde los toros dan cornadas, pero es lo que entusiasma al publico y cuando lo mató se pidieron las orejas que le fueron concedidas por la presidencia, aunque yo creo que con una hubiese bastado.
El sevillano Pablo Alfaro: volvió a vestir el traje goyesco, después del triunfo en la goyesca del 19, donde en el sexto toro de Juan Pedro, paro el tiempo con el capote y después hacerle una gran faena al sobrero de aquella tarde, en su primero, segundo de la tarde un manso sin fuerza que embestía a oleadas no pudo torear con el clasicismo y temple con el que nos tiene acostumbrado, cuando lo mato recibió el aplauso de los tendidos. Este toro se lo había brindado a Cayetano.
En su segundo pudimos verle en algunas series con la derecha ante otro enemigo sin fuerza que beso el albero con mucha frecuencia impidiendo que las series fuesen rematadas con más brillantes, cuando matò a su enemigo de pinchazo y estocada , y que el público le pidió la oreja que le presidencia le otorgo. En el que lidio en último lugar, ante otro toro que no se mantenía en pie estuvo más entonado aunque muy lejos del Pablo Aguado que hemos visto en otras tardes triunfales a este toro lo toreo bien con tanto con la derecha como con la diestra y al matar de estocada trasera y desprendida, creo que el Sr. Presidente se equivocó al sacar el pañuelo dos veces, pues con un apéndice creo que hubiese bastado. Actuó de sobresaliente, el muy veterano matador de toros El Duende, creo que en esto la empresa debe de tener mas cuidado, pues mientras no pase nada bien va, pero si un día hay varias cogidas este veterano no creo que pueda lidiar ni matar algún toro. Presidió la Hija de Francisco Rivera y Eugenia Martinez de Irujo. La plaza se lleno dentro del aforo permitido del 75 % .
Asistió a la corrida también Cayetano Rivera Ordoñez, acompañado de su hijo que lucía un traje goyesco igual al que vestía su bisabuelo. En sus Goyescas.
