Rafael Ruiz: «cuando uno viene a la Romería de la Virgen de la Cabeza, se queda. Porque aquí hay fe, pero también alegría, arte y un enorme corazón rondeño»

Ronda vive con intensidad estos días de primavera, donde la devoción se transforma en fiesta y sentimiento. Apenas ha terminado la Semana Santa y ya los corazones laten con fuerza por la Virgen de la Cabeza. En los micrófonos de COPE Ronda, Rafael Ruiz, hermano mayor de la Hermandad de la Cabeza, nos habla del fervor que envuelve esta celebración.

«Esto va rapidísimo», cuenta entre risas, «no hemos terminado una cosa y ya estamos a tope con la otra». Y es que este año, con la Semana Santa tan tardía y la Romería fijada para el primer domingo de mayo, todo se ha comprimido. Pero lejos de verlo como un problema, Rafael lo vive con entusiasmo: «Son días muy intensos, pero llenos de ilusión».

El calendario de actos arranca fuerte. Este fin de semana tendrá lugar la exaltación a la Virgen y la presentación del cartel, una obra del artista internacional Marcos Bontempo. «No es un cartel al uso», adelanta Rafael, «pero es una obra que transmite muchísimo. Marcos no es cartelista, pero aceptó el reto porque le une un vínculo muy especial con la Virgen y con la ermita. Cuando lo explica, emociona».

La exaltación estará en manos de Juan Urruti, un rondeño muy ligado a la romería desde niño. «Lleva un mes con el texto cerrado», nos dice Rafael, «y sé que va a ser puro sentimiento, además con su toque flamenco, seguro que alguna coplilla también cae».

Entre los actos previos destaca la entrañable presentación de los niños a la Virgen, el próximo 30 de abril a las 10 de la mañana. «Ver la cara de esos pequeños con su medallita es uno de los momentos más bonitos», confiesa.

Le sigue el triduo, con distintas eucaristías desde el 1 de mayo, y el tradicional traslado de la Virgen, el sábado 3, donde será portada por mujeres. «Desde aquí invito a todas las mujeres que quieran acompañarnos», anima Rafael.

Y el gran día, el domingo 4 de mayo, la Romería. Desde las 9 de la mañana, saldrá la comitiva desde las Carmelitas, rumbo al recinto romero. A las 12, la Misa de Romero, con el Tajo de fondo como altar natural: «Ninguna iglesia tiene un altar tan espectacular».

Luego, convivencia, cantes, risas y mucha hermandad. «Es un día para vivirlo intensamente, para compartir con amigos, con la familia, con la Virgen como centro de todo», asegura Rafael. Y no duda en destacar cómo la romería ha ido tomando un nuevo aire: «Más joven, más familiar, con nuevas generaciones que se enganchan y se emocionan como lo hicimos nosotros».

«Esto no va de edades», concluye, «va de sentimientos. Y cuando uno viene a la Romería de la Virgen de la Cabeza, se queda. Porque aquí hay fe, pero también alegría, arte y un enorme corazón rondeño».