La ciudad de Ronda volvió a mostrar su devoción y cariño por María Auxiliadora en la tarde de ayer, con una procesión gloriosa que llenó las calles de fe, alegría y emoción. Bajo un cielo despejado y con temperaturas agradables, cientos de personas acompañaron la imagen desde su Santuario, en un recorrido cargado de momentos especiales y una atmósfera profundamente festiva y religiosa.
Acompañada un año más por San Juan Bosco, la Virgen recorrió la plaza Duquesa de Parcent envuelta en aplausos, rezos y cánticos, destacando el emotivo homenaje que le brindaron las Hermanitas de la Cruz. Un gesto que dejó imágenes para el recuerdo y lágrimas en muchos rostros.
El cortejo, numeroso y variado, destacó por la presencia de numerosos niños vestidos con sus trajes de comunión, así como mujeres ataviadas con vistosas mantillas que aportaron color y solemnidad a la procesión. También se contó con la representación de distintas hermandades de la ciudad, como el hermano mayor de la Hermandad de la Virgen de la Cabeza y la hermana mayor del Ecce Homo, Lola Albarracín, que no quisieron faltar a esta cita tan señalada en el calendario religioso local.
En el apartado musical, la imagen de San Juan Bosco fue acompañada por la Banda de Utrera, mientras que el paso de María Auxiliadora contó con los sones de la Banda Municipal de Música de Ronda «Aureliano del Real», que aportó una banda sonora majestuosa al paso cadencioso de la Virgen.
Una vez más, María Auxiliadora volvió a reunir a toda Ronda, en un testimonio vivo de la fe popular que sigue latiendo con fuerza en la ciudad. La procesión no solo fue un acto religioso, sino también una expresión colectiva de identidad y tradición que sigue emocionando generación tras generación.