En una emotiva entrevista desde el Santuario de la Virgen de la Paz en Ronda, el reverendo Salvador Aguilera, oficial de la Santa Sede y miembro de la Archidiócesis de Toledo, compartió sus recuerdos y sentimientos tras la reciente muerte del Papa Francisco.
Aguilera, que comenzó a trabajar en el Vaticano en octubre de 2013, vivió la totalidad del pontificado del Papa Francisco desde dentro de la Curia romana, concretamente en el Dicasterio para el Culto Divino.
Durante sus días de descanso por la octava de Pascua, recibió la triste noticia en familia: “La noticia de la muerte del Papa Francisco ha sido un momento muy especial de recuerdos”, confesó el reverendo, visiblemente afectado.
Esa misma tarde, Aguilera presidió una Eucaristía en el Santuario de la Virgen de la Paz, como homenaje y oración por el eterno descanso del Santo Padre. La respuesta del pueblo no se hizo esperar: «A través de las redes, de los mensajes, del pasar palabra, hemos llenado el Santuario«, relató. El gesto fue un testimonio del cariño y reconocimiento hacia el Papa que, según Aguilera, «ha servido a la Iglesia con fidelidad y sencillez«.
De cara al futuro, Salvador hizo una llamada a la fe y la prudencia: «Lejos de conjeturas humanas… hemos de pedir al Espíritu Santo que guíe al Colegio Cardenalicio y que pronto dé a la Iglesia un sucesor de San Pedro«.
Además, recordó con especial cariño un gesto del Papa cuando le recibió junto a su familia en Santa Marta: «Me llamó personalmente para invitar a toda mi familia. Estuvimos 35 minutos con él, sin prisa, bromeando, aconsejándonos y dándonos su bendición. Era un hombre cercano, de los pequeños gestos, de esos que tocan el corazón«.
Con voz serena pero emocionada, concluyó su testimonio con una descripción que resume su experiencia junto al Papa Francisco: «Lo que más me viene a la mente es el gesto cercano… Era capaz, a través de una palabra, de transmitir mucho«.
El reverendo Aguilera ya se prepara para regresar a Roma, donde se celebrarán los funerales y se iniciará el proceso del cónclave. El Papa Francisco, fiel a su devoción mariana, será enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, cumpliendo así su deseo personal.