El rondeño Ignacio Candelas dejó una tarde de peso en la plaza de toros de Las Ventas, donde se ganó el derecho a volver por la firmeza de su toreo y un concepto que brilló al natural. Fue en el sexto, el mejor de una novillada de Los Maños con utreros de opciones, donde Candelas cuajó una faena asentada y templada. Con un novillo que buscaba las tablas, bajó la mano, tiró de la embestida con suavidad y ligó muletazos precisos, siempre en la distancia justa. Cerró con ajustadas manoletinas, pero el descabello, tras una espada trasera, le privó de pasear una oreja.
En el tercero, más áspero y con querencia, el de Los Maños lo arrolló al ponerlo al caballo y lo volteó con violencia cerca de tablas. Pese a ello, Candelas volvió a mostrar arresto y disposición, ofreciendo pasajes de buen toreo. Pinchó en el primer encuentro y saludó una ovación tras aviso antes de pasar a la enfermería por su propio pie. El Mella cumplió con firmeza en el primero, mientras que Cid de María fue ovacionado con una vuelta al ruedo en el segundo.