La Semana Santa no solo se celebra en los templos y procesiones, también en los sabores que evocan recuerdos familiares. En la confitería artesanal Vanessa, ubicada en la calle Sevilla, Vanessa Mulero Ramírez y su equipo mantienen viva una de las tradiciones más queridas de estas fechas: las torrijas.
“Esta semana es un poco caos”, dice Vanessa entre risas, mientras atiende entre bandejas de dulces recién hechos. Y no es para menos: las torrijas, la leche frita y otros productos típicos se convierten en protagonistas y en reclamo para quienes buscan el sabor auténtico de antaño. “Mucha gente ya no tiene tiempo para hacerlas en casa como antes, y por eso intentamos que no extrañen ese sabor de las abuelas, ese olor que llena la calle cuando vienes por aquí”.
La variedad de torrijas es uno de sus grandes atractivos. Desde la más tradicional, hecha con pan casero asentado durante un par de días, hasta las versiones más golosas: rellenas de crema, bañadas en chocolate blanco, Nutella o Kinder. “Las de toda la vida, con miel o con azúcar y canela, no pueden faltar, pero también pensamos en los más golosos”, comenta.
Además, en la confitería también se preparan otros dulces típicos como rosquillos de naranja, pestiños y la clásica leche frita, hecha con ingredientes naturales y sin conservantes. “La leche frita lleva leche, maicena, azúcar y canela… muy básico pero delicioso. Todo lo hacemos de forma casera, como se ha hecho siempre”, explica Vanessa.
El respeto por la tradición va más allá de los ingredientes. Vanessa recuerda cómo antes no se tiraba nada en casa: el pan duro se transformaba en torrijas, el cocido se reciclaba para otros platos… “Tirar comida es pecado”, dice, con esa sabiduría que pasa de generación en generación.
Para quienes quieran disfrutar de estos sabores en casa, Confitería Vanessa estará abierta durante toda la Semana Santa, incluidos Jueves, Viernes, Sábado y Domingo. “No cerraremos al mediodía, solo un poquito antes por la tarde, a las siete”, confirma.
Y si aún no has pasado por la calle Sevilla, no esperes más: el aroma a canela y miel te guiará directo hasta una de las confiterías con más alma de Córdoba. “Aquí os esperamos con los brazos abiertos y con las torrijas recién hechas”, concluye Vanessa.