4.4 C
Ronda
domingo, noviembre 23, 2025
InicioLa imagenNueces de Ronda, 39 años de historia y una finca que ya...

Nueces de Ronda, 39 años de historia y una finca que ya es referente en Andalucía

Fecha:

Hablamos con Álvaro Fernández, propietario de la finca La Molinilla, donde se cultivan las reconocidas Nueces de Ronda. Con más de 10.000 nogales y casi cuatro décadas de trayectoria, la explotación familiar se ha consolidado como un ejemplo de trabajo sostenible, cuidado del producto y compromiso con el empleo local.

¿Cómo empezó este proyecto que hoy es tan conocido en la Serranía?
Pues comenzó hace ya 39 años, cuando mi padre, José Luis Fernández Cantos, decidió sustituir el olivar por el nogal. Él era rondeño y apostó fuerte por este cultivo. Desde entonces hemos ido creciendo hasta llegar a 35 hectáreas y unos 10.000 árboles. Pero, sobre todo, mantenemos la idea con la que él empezó: trabajar con cariño y que al árbol no le falte absolutamente de nada.

¿Qué trabajo hay detrás de cada nuez antes de llegar al consumidor?
Detrás hay un año entero de trabajo. En febrero empezamos con la poda para rejuvenecer árboles que ya rondan los 40 años. En primavera entramos con los abonos y los tratamientos permitidos, y desde mayo hasta octubre el riego es fundamental. Revisamos a diario cinco zonas diferentes de la finca para asegurarnos de que reciben la cantidad justa. Después llega la cosecha, que puede durar desde finales de septiembre hasta mediados de noviembre.

¿Cómo ha sido la cosecha de este año?
Ha sido complicada. Las lluvias de marzo y abril tiraron mucha nuez al suelo. En la variedad Serr, por ejemplo, solemos recoger unas 15 toneladas y este año solo hemos podido sacar dos. Aun así, como tenemos varias variedades, hemos podido compensar un poco la pérdida. Cada año pasa algo distinto, pero siempre seguimos adelante con ilusión.

¿Qué importancia tiene el equipo que trabaja con usted?
Para mí es fundamental. Cada año damos trabajo a unas 20 personas de la Serranía y muchos llevan con nosotros muchísimo tiempo. Somos un equipo. Yo escucho sus ideas y sugerencias porque quiero que se sientan a gusto. Cuando uno trabaja en un ambiente así, el resultado se nota mucho.

Las nueces están muy ligadas a la salud. ¿Qué beneficios destacaría?
Son una maravilla: buenas para el corazón, para el colesterol y muy recomendadas por los médicos. La variedad California, por ejemplo, tiene mucho yodo y es ideal para los niños. Ese cliente que me lo comentó lo sabía bien porque nos compra todas las variedades. Los deportistas también las incluyen en su alimentación. Lo habitual es consumir cuatro o cinco nueces al día.

¿Cómo puede el consumidor saber que está comprando una auténtica nuez de Ronda?
Lo más fácil es mirar la etiqueta: “Nueces de Ronda – La Molinilla”. Hay clientes que incluso las distinguen por el color. Se pueden comprar directamente en la finca, en la carretera de El Burgo, kilómetro 3, donde abrimos todos los días hasta las ocho de la tarde. También están en varios comercios de Ronda y en nuestra web, desde donde enviamos a toda España en 24 horas.

¿Qué diferencia hay entre sus nueces y las que llegan del extranjero?
Muchísima. En España, de cada tres nueces consumidas, dos vienen de fuera, sobre todo de California. Esas nueces llevan dos meses de viaje en barco y, además, son de la cosecha del año anterior. También utilizan fitosanitarios que aquí no están permitidos. Nosotros trabajamos con controles muy estrictos y con sostenibilidad. La diferencia de sabor y de frescura es enorme.

Su finca es una de las más antiguas dedicadas profesionalmente al nogal en Andalucía. ¿Cómo lo valora?
A mí me llena de orgullo. No sé si somos la más antigua, pero sí una de las pioneras. Varios clientes que han visitado otras fincas me lo han confirmado. Después de casi 40 años seguimos trabajando con la misma ilusión del primer día.

¿Qué mensaje quiere enviar al consumidor que busca calidad?
Que apueste por el producto local y que mire siempre la etiqueta. Y, si puede, que venga a conocer la finca. Cuando uno ve las 35 hectáreas cuidadas, los árboles y el trabajo de todo el equipo, entiende por qué nuestras nueces son diferentes.