La tragedia del incendio de Sierra Bermeja que ha abrasado los bosques de seis poblaciones del Valle del Genal, como han sido Genalguacil, Jubrique, Faraján, Pujerra, Júzcar y Alpandeire ha puesto de manifiesto una vez más, la solidaridad de vecinos de pueblos limítrofes. Es el caso de Ronda que como capital de la serranía se ha volcado totalmente con sus convecinos desde el primer momento, y con la alcaldesa al frente de un equipo de concejales, de funcionarios de los servicios operativos y de otros estamentos como Policía Local, Policía Nacional, Cruz Roja, y voluntarios de Protección civil han dado el callo totalmente.
Junto a ellos han colaborado activamente miembros de la Hermandad del Santo Entierro, de la Asociación de vecinos del Barrio San Francisco, Bancosol, Banco de Alimentos y muchos vecinos de nuestra ciudad.
Mención especial también para el Hospital Comarcal de Ronda y los centros geriátricos de nuestra ciudad que han acogido a personas mayores desplazadas de estos pueblos.
El incendio ha tenido gravísimas consecuencias, la más dolorosa el fallecimiento de un bombero de Almería. Y este incendio ha sido catalogado como de sexta generación con lo que ha sido dificilísimo controlar.
Se han quemado 10.000 hectáreas de bosque y con un frente que ha presentado de un perímetro de 85 kilómetros. La virulencia ha sido tal que la emblemática Sierra Bermeja y la zona boscosa del Valle del Genal, ha quedado totalmente calcinada. Junto la masa arbórea que se ha calcinado también destaca el gravísimo e importantísimo que se ha ocasionado a la fauna salvaje de dicha zona, donde han perecido numerosos jabalíes, cabras, ovejas, ciervos, corzos y otros animales.
Y lo más grave si cabe es que todo apunta dado el origen del fuego en tres frentes distintos es que ha sido provocado, ojalá den pronto con el autor o autores de este lamentable atentado ecológico y caigan sobre ellos todo el peso de la ley.
Los vecinos del Valle del Genal han vuelto a sus hogares, y de nuevo con lágrimas en los ojos igual que cuando salieron porque no sabían si iban a encontrar al volver sus casas, ahora que han regresado y se han encontrado con el horrible panorama con todo el monte calcinado, de nuevo, la tristeza los embarga.
