La alcaldesa de Ronda, María de la Paz Fernández, ha comparecido esta mañana para hacer balance de los efectos del apagón masivo que afectó este lunes al municipio, acompañada por la delegada municipal de Seguridad Ciudadana, Alicia López, y el inspector jefe de la Policía Local, Miguel Aranda. La regidora ha subrayado la efectiva coordinación entre cuerpos de seguridad y administraciones y ha destacado que no se han producido incidentes graves ni daños personales, más allá de las lógicas molestias causadas por la interrupción del suministro eléctrico y de comunicaciones.
Activación del Plan de Emergencia Municipal
El corte eléctrico se produjo en torno a las 12:30 horas del lunes, y aunque no se conoció su magnitud hasta algo más tarde, el Ayuntamiento activó de inmediato el Plan de Emergencia Municipal. En la reunión participaron Policía Local, Policía Nacional, Bomberos del Consorcio Provincial de Málaga y Protección Civil, con el objetivo de garantizar la seguridad y la atención a posibles emergencias.
Entre las primeras acciones, la Policía Local coordinó directamente con el Hospital de la Serranía, los centros de salud y residencias de mayores. Al hospital se le cedieron dos equipos de transmisiones para mantener la comunicación con la Jefatura local, debido a la caída del 061 y el 112.
Despliegue operativo y vigilancia reforzada
Durante toda la jornada, nueve patrullas de Policía Local estuvieron operativas en la ciudad, número que se incrementó por la tarde hasta contar con doce parejas de agentes desplegadas hasta las 20:00 horas, con presencia en todas las barriadas.
Por la noche, se mantuvo un dispositivo especial con tres patrullas más, que reforzaron la vigilancia en aquellas zonas donde el suministro aún no se había restablecido. El servicio quedó completamente normalizado en torno a las 7:20 de la mañana de este martes.
Además, Protección Civil facilitó un generador eléctrico a la Policía Local, permitiendo mantener la comunicación interna durante el apagón.
Una jornada sin incidentes de gravedad
El inspector jefe, Miguel Aranda, ha valorado positivamente la respuesta ciudadana y el esfuerzo de los profesionales:
“No tuvimos ninguna incidencia grave. Es cierto que no hubo luz, ni teléfono, ni internet, pero no se registraron accidentes, ni daños personales. Se produjeron dos encierros en ascensores que se resolvieron sin complicaciones”.
La alcaldesa ha recalcado que, aunque el corte causó importantes perjuicios económicos, especialmente en el comercio local, lo más importante ha sido la seguridad y tranquilidad mantenidas durante todo el episodio.
“Nos hemos organizado bien, actuamos desde el primer momento con serenidad y todos los servicios funcionaron con eficacia. No hubo daños a la salud de las personas y eso es lo que más nos preocupaba”, concluyó Fernández.
La ciudad se mantiene aún en fase 3 del plan de emergencia, a la espera de nuevas instrucciones por parte del Gobierno de España, que ha asumido el mando de la situación a nivel nacional.