martes, 19 marzo 2024
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La Plataforma de Afectados por los proyectos fotovoltaicos de Ronda y su Serranía lanzan la campaña «Renovables Sí Pero No Así»

Asociaciones miembros de la Plataforma de Afectados por los proyectos fotovoltaicos de Ronda y su Serranía lanzan una campaña de comunicación en Semana Santa, para conciencias sobre los efectos de la instalación de torres y plantas fotovoltaicas.

La campaña se suma al lema que lanzaron Alianza Energía y Territorio (Aliente) ‘Renovables Sí Pero No Así’ para realizar acciones concretas que buscan impactar sobre un problema global. Durante estos días, Ronda estará inundada de carteles y flyers diseñados para concienciar a la ciudadanía de que los proyectos fotovoltaicos afectan a todos. Las imágenes utilizadas para los diseños son fotomontajes hiperrealistas en situaciones y monumentos emblemáticos, como el Tajo de Ronda o la Plaza de Toros.

Las acciones están creadas para llegar a toda la sociedad, por eso las redes sociales juegan un papel fundamental como aliados para conectar con los más jóvenes. Memes, filtros de Instagram o videos con efectos sonoros son algunos de los recursos que se podrán compartir en todas las plataformas sociales. Para unirse a ellos, mediante el hashtag #RenovablesSíPeroNoAsí y @afectadosRonda es el perfil creado donde se difundirán las acciones en Instagram, Facebook, Telegram, Twitter y Whatdapp.

“Estas acciones comenzaron hace unas semanas con el lanzamiento de cuñas de radio en algunas emisoras. Ahora vamos más allá, para impactar el máximo posible en la sociedad. Pero seguiremos diseñando acciones y movilizaciones hasta que la sociedad de Ronda y la comarca se unan ante un frente común que no es la administración pública sino las empresas que cotizan en el IBEX 25. Ellas han decido enriquecerse a pesar de los graves efectos turísticos, medioambientales y sobre el patrimonio cultural que tengan la instalación de torres y plantas fotovoltaicas”.

En esta campaña han participado algunos demiembros que conforman la Plataforma: Ronda 2030, Silvema, Centro Andaluz, Caminos Públicos, AA.VV  Tejares y Montaña y Desarrollo. “Somos conscientes que el cambio y el futuro pasa por apostar por las energías renovables, pero tiene que hacerse de una forma que pensemos, planifiquemosy diseñemos la mejor manera. Y para esto es necesario el apoyo de todos. Somos los habitantes de Ronda y la Serranía los que queremos forjar un futuro limpio y respetuoso con nuestra tierra”.

Por su parte, la asociación Ronda 2030 ha lanzado un comunicado como complemento a la campaña para mostrar datos económicos que apoyen la importancia de que exista una cohesión social ante esta problemática. “Los establecimientos con actividad económica destinados a hostelería, servicios no técnicos y comercio representaron en 2020 un porcentaje superior al cincuenta por ciento de los totales existentes. Indirectamente es mucho mayor. Incluso el sector primario empieza a tener una conexión fundamental con la actividad turística, como demuestra la pujanza del enoturismo en las bodegas rondeñas, o las visitas ligadas al sector oleícola o ganadero”. 

COMUNICADO

Puede ser que quien lea estas líneas haya visto alguna vez ponerse el sol en Ronda, asomado a la cornisa del tajo, y no lo haya olvidado. Quizá en una ocasión cruzó el Puente Nuevo cuando arreciaba la lluvia y en su altura comprobó que ahí, es verdad, llueve horizontalmente. Puede que haya asistido, amaneciendo, al espectáculo de un mar de nubes blancas llenando el valle que rodea la ciudad, tan densas que sólo dejan emerger los picos azulados de la sierra que, a kilómetros de distancia, cierran un círculo casi perfecto. O recuerde los viñedos, las luces de los frontales avanzando junto a las líneas de cepas en las noches de vendimia, la plata de los olivares o los pinos que bordean el camino hasta la ermita.

Lamentablemente, todo eso parece a punto de cambiar. Bajo un manto de falso ecologismo, conspirando contra el paisaje que nos rodea y del que, en gran medida, vivimos, se han presentado en Ronda un gran número de proyectos de explotaciones fotovoltaicas, líneas de evacuación y subestaciones transformadoras de energía. Hay datos de veinte proyectos. Cinco de ellos han pasado ya al trámite de información pública y presentación de alegaciones, aunque sólo uno tiene un informe municipal previo de compatibilidad urbanística. La superficie ocupada por esos proyectos supera las cuatrocientas hectáreas, y entre ellos figuran varias líneas de evacuación de hasta noventa kilómetros. Casi todo el transporte de la energía que se produzca en las plantas proyectadas pretende hacerse en superficie y de forma aérea. Las torres que se utilizan para este propósito tienen una altura que puede rebasar fácilmente los cuarenta metros. Uno de los proyectos de planta fotovoltaica en trámite se ubica a los pies del yacimiento romano de Acinipo. Tal vez dentro de poco, su teatro, tras casi dos mil años de historia, no tenga ya a sus pies los campos que tantas generaciones han cuidado, sino un mar de cegadoras placas solares. Y la red, la auténtica maraña, de líneas de evacuación, trazadas de momento sobre plano, pretende atravesar parajes que son un caudal de belleza: los llanos de suave pendiente y las dehesas de Ronda la Vieja; Majaco y Parchite, la puerta de entrada a Ronda viniendo desde Málaga; los Tejares, a un paso del casco urbano. Se proyecta una línea de evacuación de más de setenta y ocho kilómetros que desciende hacia la costa por el valle del Genal, el valle que discurre a poca distancia del flamante nuevo Parque Nacional Sierra de las Nieves. Los informes de compatibilidad del uso del suelo se basan en un P.G.O.U. que data, en su aprobación, de 1.994. Su elaboración es muy anterior. ¿Cómo es posible entender que la explotación fotovoltaica sea un uso contemplado y regulado por una norma de esa antigüedad? Parece evidente que la compatibilidad es más que discutible a la luz de los objetivos y la finalidad que se exponen y consagran en la Memoria de nuestro P.G.O.U., que como toda Memoria tiene fuerza vinculante para interpretar y aplicar el Plan. No obstante, una batería de normas legales, estatales y autonómicas, desde hace unos meses, se encaminan a relajar los trámites y a considerar la explotación fotovoltaica un uso normal del suelo rústico. Legalmente, ya es lo mismo instalar placas que sembrar trigo.

Es improbable que el rico patrimonio natural y paisajístico de Ronda pueda salir indemne si los proyectos acaban consumándose. Ese paisaje y entorno natural han convertido a la ciudad, desde hace mucho tiempo, en un destino turístico de primer orden, y representan un valor incuestionable para los vecinos. El turismo es, directa o indirectamente, el motor económico de la ciudad. Los establecimientos con actividad económica destinados a hostelería, servicios no técnicos y comercio representaron en 2020 un porcentaje superior al cincuenta por ciento de los totales existentes. Indirectamente es mucho mayor. Incluso el sector primario empieza a tener una conexión fundamental con la actividad turística, como demuestra la pujanza del enoturismo en las bodegas rondeñas, o las visitas ligadas al sector oleícola o ganadero.  ¿Es la proyectada la única alternativa para implantar energías limpias? No lo parece; no, cuando supone un impacto visual que destroza nuestro entorno, condena a convertirse en un erial tierras que son agrícolamente productivas, pone en grave peligro a aves y a otra fauna que se debería proteger. ¿Cuál es el beneficio que estas explotaciones van a reportar a la ciudad, a la comarca en general? No parece que haya tales beneficios, no al menos para quienes en Ronda tenemos nuestra vida y trabajo. La energía se va a generar aquí, a costa de nuestro entorno, pero nos consta que son grandes empresas las que controlarán su producción, distribución y venta; sin que en la ciudad generen empleo, más bien todo lo contrario, ni repartan una mínima parte de lo obtenido.

Es fundamental hacer compatible la energía limpia con la protección de nuestro patrimonio, natural e histórico. Hay que minimizar los daños que ocasionan las líneas de transporte y evacuación, aunque sea a costa de una mayor inversión. De otra forma, el daño iguala o supera la bondad de estas energías supuestamente tan limpias. Esta Asociación intenta trabajar con todos los sectores de nuestra sociedad para lograr respuestas congruentes con los intereses superiores de Ronda. Este es un momento crucial para definir el futuro, dónde y cómo queremos estar. Una ciudad histórica no debe dejar de pensar en el futuro, en un futuro que no la arruine.

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