martes, 30 abril 2024
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Diez años sin Paco Marín, el Artista de la Naturaleza

Este artículo es un modesto homenaje al amigo, profesor y artista Paco Marín que nos dejó la noche de un 20 de agosto de hace 10 años. Esa noche el Universo, que tanto amó, se vistió de gala para recibirlo con una majestuosa luna llena, estrellas que brillaban como nunca, una explosión de nova en la constelación del Delfín y el nacimiento de una estrella en la constelación de la Vela. Desde entonces familiares, amigos y diversos colectivos, como, por ejemplo, Asociación Senderista Pasos Largos, Silvema, Asociación Española de Cine e Imagen Científicos, Asociación Astronómica Serranía de Ronda “Abbás Ibn Firnás” y el Grupo de Conservadores del Legado de Paco Marín, le han recordado mediante rutas, exposiciones, jornadas, conferencias y diversos actos para que su legado permanezca en la memoria de todos y sirva de ejemplo a las generaciones futuras. En el año 2015 el Ayuntamiento de Ronda nombró a Paco Marín “Hijo Adoptivo” de nuestra ciudad y en 2019 la Diputación de Málaga le premió por su lucha contra el cambio climático.

A continuación reproduzco fragmentos de un artículo sobre Paco Marín que escribí para la añorada revista “La Serranía” presentada en una Jornada de Conferencias y Debates: Valle del Genal, ¿Parque Natural? celebrado en Júzcar (octubre de 2002).

Paco Marín, el Artista de la Naturaleza (2002)

Por el camino de esta Escuela que es la Vida… imagino que llevamos faros que emiten haces de luces buscando un receptor, cuando un haz de luz coincide exactamente con otro hemos encontrado a alguien que, en cierta forma, armoniza con nuestros pensamientos, ideales o inquietudes sobre la vida, es decir, sintonizamos en la misma o parecida onda, comenzando un intercambio, un aprendizaje que en algunos casos nos hace subir un peldaño más en nuestro caminar. Esto debió ocurrir hace unos cuantos años en Ronda, cuando con mi abuela coincidimos por primera vez con Paco Marín, mientras tomábamos unas sabrosas pavías en el bar de una persona que aprecié mucho, el señor Mateo, y hablábamos del origen del Universo.

Cuando el amigo José Manuel Dorado me sugirió la idea de escribir algo sobre Paco, la verdad que lo consideré un honor, aunque quizás no sea la persona más indicada para hablar de él y seguro que quedarán muchas cosas en el tintero, pero intentaré comentaros brevemente mis vivencias y opinión de una persona polifacética con sus virtudes y defectos como todos, a quien considero un buen amigo y un artista de la naturaleza, y os aseguro que de los grandes, con quien he compartido alegrías y problemas siendo estos los que verdaderamente sirven de pilares para construir una buena amistad. Siempre he admirado su amor por su Arriate, la acogedora y bella población que le vio nacer y que pregona con orgullo esté donde esté. Sus anécdotas y vivencias son un libro de experiencias enriquecedoras.

Ecologista de los auténticos, no de los de moda, ama a la naturaleza en su estado más puro, siendo uno de los mejores conocedores de nuestra Serranía, que sufre cuando queda deteriorada por algún motivo. Aprovechando su labor innovadora y experiencia docente ha contribuido a trasmitir el respeto por la Naturaleza y, a la vez, a los seres humanos, inculcando la importancia de la conservación de nuestro planeta para el futuro de la humanidad a chicas y chicos, sembrándoles una semilla que ha ido germinando y en las mayoría de los casos ha obtenido su fruto. Siendo la mejor recompensa a su labor docente, el saludo cariñoso y el recuerdo nostálgico de los alumnos que han pasado por su clase y que nunca le olvidan…, pienso que es la mayor satisfacción que puede recibir un profesor.

Como artista sus dibujos, pinturas, poesías, escritos, fotografías…, son fascinantes y no digamos su peculiar escritura admirada por todos, siendo felicitado, incluso, por artistas chinos expertos en caligrafía. Personalmente sus dibujos sobre los árboles siempre me han sorprendido, creo que debe sentir una especial conexión hacia ellos y un buen ejemplo es el texto que escribió, en la portada de su colección de láminas sobre estos extraordinarios seres vivientes: «Árboles de mi Tierra, armonía y belleza, árboles de mi vida, humildad y nobleza. Árboles amigos, mensajeros del Cielo y alegres compañeros de un viaje inmenso». Hablar sobre sus audiovisuales y proyecciones es hablar de una persona pionera en este campo, con quien he tenido el gusto de colaborar en diversas ocasiones junto a otros buenos amigos.

Recuerdo con agrado y cariño nuestras excursiones celestes compartiendo uno de nuestros grandes amores: el Universo. Sentir como enmudecen los pequeños seres de la noche en un silencio mágico, durante un eclipse de Luna en Acinipo; deleitarnos durante noches enteras con los cometas Hyakutake y Hale-Boop o simplemente observando el firmamento; emocionarnos en la noche de las mil estrellas fugaces por hora de las Leónidas del año 1999, imaginaros a Paco saltando de alegría y aplaudiendo, esa noche todos terminamos ronco… Son muchas las vivencias compartidas en estos mágicos instantes que enriquecen el momento y enumerarlas harían faltas muchas páginas. Hablar de Paco me hace también recordar, emocionadamente, a nuestro amigo y gran persona Cayetano Arroyo que casi siempre sale en nuestras charlas, mientras tomamos unos cervezones y unas buenas tapitas o mientras contemplamos extraordinarias puestas de Sol desde su querida huerta de Nador. Charlas o tertulias divertidas e interesantes que Paco suele terminar diciendo: «…, por hoy ya hemos arreglado el mundo», mientras se va alejando en su mítico Suzuki.

¡Gracias amigo Paco! Porque hemos sido muy afortunados por haberte conocido. ¡Gracias amigo Paco! Por las vivencias que hemos compartido buenas y otras menos buenas, pero ahí siempre estabas tú. ¡Gracias amigo Paco por todo! Ahora ya pintas al cosmos, que tanto amaste, con pinceles bañados con la luz de las estrellas.

¡Siempre estarás en nuestros recuerdos y corazones!

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