Ecos del Tajo.
Se estaba viendo venir el fin de la obligación de llevar las mascarillas y la escalada desaforada. Muchos jóvenes que realizan fiestas y botellones han hecho subir enormemente el índice de la incidencia de la pandemia. Ya en España nos acercamos a los 120.000 muertos según los datos del registro civil, lo que nos está llevando a una situación muy grave con la quinta ola en danza.
Mientras, las autonomías, ante la pasividad del Gobierno, se debaten en imponer toques de queda, cierres de ocio nocturno y cierres perimetrales. Esta cuestión hace que a los expertos les urja tomar medidas serias.
Contrasta la irresponsabilidad de muchos jóvenes que pasan de cualquier medida que los aleje del disfrute desmesurado, mientras los mayores estamos dando ejemplo de civismo, y la mayoría seguimos llevando puesta la mascarilla en la calle y guardando la distancia pertinente. Toma por parte de las autoridades correspondientes arbitrar medidas severas para quitar la impunidad de los botellones y fiestas masivas descontroladas.
Aunque hay muchos jóvenes responsables, prueba de ello son los que acuden a vacunarse. Hay otros, sin embargo, que nos tienen preocupados al resto de la sociedad.
Hacemos un llamamiento a la responsabilidad de los jóvenes para que se conciencien que el virus sigue estando ahí, y por tanto, hay que extremar las precauciones por el bien de todos.