viernes, 29 marzo 2024
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Semblanza de Francisco Jiménez: «Tú estás con la Paz»

Semblanza de Francisco Santiago Jiménez Sánchez leída durante su funeral por su primo y también sacerdote Francisco Sánchez Sánchez.

Un 25 de julio de 1945, nacía Francisco Santiago Jiménez Sánchez en el seno de una familia trabajadora, de aquellas de entonces, curtidas en el sacrificio, en el compartir todo y en los valores que se enseñaban en las casas, verdaderos centros de humanidad y de civilización. 

Sus padres, Isabel y Pepe, son conocidos por todos los rondeños, él, agente comercial y ella, madre y pilar de toda una familia numerosa: Manuel, José Luis, Isabel, Paco, Juan, Jesús, Agustín, Ana María, Daniel y Elena. Una casa llena de niños y junto a su madre Isabel, sus hermanas Remedios, María, Josefina, Elena y Mercedes… todas ayudando a criar niños. Una hornilla encendida continuamente con una gran olla que impresionaba… Cuántas veces ya mayorcito, le decía Paco a su madre con tono jocoso, ¿hoy quien viene a comer a la casa, la Legión?…

Los niños tienen que ir al colegio y estudiar y ser personas de provecho, por lo menos honrados y con sus trabajos para que sigan hacia adelante… pensamientos de los padres siempre con optimismo, esfuerzo, buen humor y con esa sencillez fraternal que ha caracterizado a todos Los Bulerías, familia señera de Ronda.     

Primero fue José Luis y luego Paco, quienes ingresan en el Seminario Diocesano de Málaga. Abnegación y esfuerzo, solo así se valoran las cosas. Y bajo la profundidad de la espiritualidad de San Manuel González, Paco se prepara para ser un gran pastor, un excelente pastor de ovejas, un hombre de Dios, curtido en la oración y en la entrega a los demás.

Es ordenado presbítero por el Obispo D. Ángel Suquía Goicoechea en Ronda, el 5 de julio de 1971 y es nombrado párroco de Montejaque y encargado de Beanaoján hasta 1973; también de Montecorto y Atajate. Son los años después del Concilio, son sacerdotes jóvenes con muchas inquietudes sociales y con deseos de encarnarse en el pueblo de Dios, estando con sus gentes e ilusionando a sus feligreses a que sean protagonistas de su historia y de su porvernir. El diálogo, el consenso, el ser críticios, el trabajo en equipo, la participación ciudadana, el apostolado obrero comienzan a dar frutos en la Serranía de Ronda. 

En 1973 es destinado a Melilla a la Parroquia del Sagrado Corazón Jesús. En 1979 es nombrado vicario parroquial de Padre Jesús de Ronda. Luego párroco de Cuevas del Becerro hasta 1983. Nuevamente vicario parroquial de Padre Jesús de Ronda y de 1984 a 1991 es nombrado Párroco de la Cueva del Becerro, pueblo natal de nuestros abuelos maternos Elena y Francisco.

Compartía sus responsabilidades diocesanas con el ejercicio de maestro en distintos centros educativos… en el Colegio Sdo. Corazón de Jesús, El Castillo y luego en el Colegio Giner de los Ríos. Sus alumnos siempre lo recordarán con mucho cariño y agrado. También como profesor de inglés y siempre animaba los eventos musicales en las fiestas de Navidad y de Fin de Curso. A través de los viajes y otras muchas actividades atraía el interés de todo el alumnado por la cultura; le encantaba enseñar.

Un hombre culto, doctor en Cristología, corresponsal del periódico Sur numerosísimos años, gran conocedor de la Historia de Ronda y de toda su Serranía. Llegó a ser pregonero de las Fiestas y Feria de Pedro Romero.

Sus días fueron marcados por una disciplina humana y espiritual, sus rezos del breviario, sus visitas a Jesús Sacramentado en la Hermanas de la Cruz, sus paseos por Ronda haciendo recados y encargos a sus hermanos… sentado a veces en los balcones del Puente nuevo buscado el fresquito del verano. Su lectura diaria del periódico le hacía estar puesto al día en los eventos sociales y políticos que van marcando el futuro de un pueblo.

Has vivido estos casi cuatro meses con tus incertidumbres y tinieblas, propias de todo ser humano: la enfermedad, los miedos, la reflexión sobre la propia vida… 

Pero amigo… y hermano… y primo… ¡qué regalo te ha hecho Dios de poder estar rodeando de tus hermanos, que te han cuidado y han sabido respetar tus últimas voluntades! ¡Cómo la casa de uno no hay nada!

Tu simpatía, tus saludos y chascarrillos, tu forma y estilo de predicar, tan ensalzado y admirado por las Hermanas Franciscanas del Barrio que también desde su silencio han sufrido tu enfermedad, el cariño de tus sobrinos y primos… en fin… hasta hoy mismo que en toda Ronda se te recuerda junto a la Virgen de la Paz, en esta su onomástica, y como cantamos en el himno de la Virgen de la Paz… y cuando la muerte rompa nuestras vidas que es un manso vuelo de paloma herida, por ti vuelve el alma a la eterna Paz… este canto se hace vida hoy.

Tú estás con la Paz, tú estás con el Príncipe de la Paz, tú estás junto a tus papás y hermanos en el cielo y desde ahí gozáis de todo lo eterno y nosotros confiamos que desde el cielo seguiréis cuidando de esta familia numerosa.

Te queremos: tu familia, tus alumnos, tus compañeros sacerdotes y tus compañeros maestros.

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